Cuevas prehistóricas de El Perelló

En el Perelló tenéis la oportunidad de ver pinturas rupestres de cerca, y así los niños podrán ver donde vivía el hombre del paleolítico, donde cazaba y cómo lo escenificaba al abrigo de Cabra-Feixet, que se puede visitar de forma cómoda.

Desde el aparcamiento del recinto hay un cuarto de hora a pie (eso sí, después de subir varios peldaños irregulares) hasta la cueva, donde si nos fijamos bien veremos, pintadas sobre la roca, las imágenes de un cazador con un haz de flechas en la mano, una cabra y un ciervo.

Son de las pinturas más antiguas del territorio, ya que tienen entre 15.000 y 25.000 años de antigüedad. Pero no nos quedaremos sólo con las pinturas. No nos perdamos detalles del entorno, ya que el paraje es espectacular.

Si tenemos ganas, se puede hacer una pequeña ruta circular hasta la cueva de la Mallada, situada a unos veinte minutos de las cuevas. Será una buena manera de complementar la visita y ver donde vivían los hombres de la prehistoria.