Casco antiguo de Margalef

Uno de los pueblos más curiosos del Priorat, si hablamos estrictamente del núcleo urbano, es Margalef. Si no lo conoce, seguro que os sorprenderá. Se construyó perfectamente integrado en la montaña, con muchas casas y calles enteras que trepan entre rocas.

Es especialmente interesante la llamada calle de las Covetes, una banda de la que se compone completamente de rocas, que sirven de apoyo a la calle de encima.

Es por ello que un recorrido por este pueblo que sube a la montaña es muy recomendable. La visita la puede completar haciendo un vistazo a la iglesia del pueblo, dedicada a San Miguel. Es una construcción neoclásica del siglo XVIII.