Una vuelta por el lago de Banyoles, la más conocida

Si hay una caminata popular en Banyoles y comarca es la vuelta al Lago. Es prácticamente una tradición para los habitantes de la zona, que cuando hace buen tiempo recorren los seis kilómetros y medio de una ruta que se puede hacer con poco más de una hora y que es apto, incluso, para cochecitos, ya que el camino está muy bien acondicionado. De todos modos, se recomienda hacerlo con calma, sin prisa, ya que tiene varios atractivos para disfrutar.

Si empezáis en la oficina de turismo y haga la vuelta en la dirección de las brocas del reloj, lo primero que debe observar son las pesqueras, estas edificaciones en la misma orilla del lago, muchas con más de un siglo de historia, que servían (y aún sirven) como zonas privadas de baño y de pesca. Después pasaréis por la laguna del Vilar y por la bucólica zona de los desmayos, y no tardaréis en llegar a la iglesia románica de Santa María de Porqueres, del siglo XII.

Durante el recorrido te puedes desviar del camino marcado por acercaros más a la orilla del Lago y disfrutar de los miradores, como el de la Fuente del Vilar o el del Cap de Bou, o de algunos estanques más, como el d'en Sisó. También pasaréis por la zona de lagunas recuperadas de los Amador, por el espectacular mirador de la Torre de Rem, por la Caseta de Fusta, la única zona de baño pública del Lago, donde os podréis refrescar, y por el Parque de la Draga, con área de pícnic. El último tramo, el más urbano, permite la posibilidad de tomar algo en los bares que hay muy cerca del agua.