Ermita de Sant Gregori

Falset también tiene una ermita situada en un paraje de gran belleza natural. Se trata de la ermita de Sant Gregori, construida bajo un abrigo de rocas de gres rojizo, de formas sinuosas y agujeros curiosos, todo esculpido por el viento y el agua.

De hecho, si pasea por los alrededores de la ermita descubriréis rocas de formas extrañas que han adoptado nombres populares, como el Gigante y el Caracol. A ver si las localice. Aunque su origen es más antiguo, el edificio actual es fruto de la reconstrucción de 1927, ya que el original quedó destruido por un desprendimiento.

Desde la ermita hay un mirador espectacular del valle de Falset, especialmente recomendable al atardecer, cuando la luz de la puesta de sol potencia el color natural de las rocas.

A los pies de la ermita hay una zona de ocio con mesas para picnic y un completo parque infantil. Además de ser suficientemente amplio para que los más pequeños puedan correr, tiene algún otro atractivo, como un horno de cal.

Este paraje también es un buen punto de partida para hacer rutas a pie, como las que llevan a la ermita de Sant Cristòfol y a las Torres o el Coll de l'Eudalda. Las dos bien señalizadas.