La Cueva del tabac, en Camarasa

Si sóis una familia amante de las aventuras en cuevas, la excursión a la Cueva del Tabac os entusiasmará.
Visitaremos una cavidad con casi 200 metros de profundidad, 20 metros de altura y 15 metros de ancho, y a la que llegaremos después de superar un desnivel de 300 metros de desnivel por encima del río Segre. Recomendamos llevar un frontal para disfrutar más de la experiencia.

Eso, sí desde hace unos años, y debido a los actos de vandalismo, para entrar en la cueva es imprescindible contactar con el Espai Orígens, que os facilitará un código para poder abrir la puerta de la cueva.

Debéis tener en cuenta que hay un tramo en el que habrá que trepar un poco, por lo que, recomendamos que si vais con niños, que tengan al menos 6 o 7 años, y si no, ir con cuidado.

Una vez dentro, disfrutaremos de sus estalagmitas y estalagtitas y podremos ver pinturas del Neolítico. De hecho, están protegidas y catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Cómo llegar

Si venimos desde Balaguer por la C-13, llegamos a Camarasa, cruzamos el pueblo y seguimos hasta la presa, dirección Tremp, por donde podremos aparcar justo después de cruzar un pequeño túnel.

Empezamos a andar, volviendo atrás unos 50 metros por la misma C-13 y la cruzaremos para atravesar otro túnel auxiliar que nos llevará hasta delante de la toma de Camarasa. Pronto encontraremos mástiles indicadores que nos dirán que la cueva se encuentra a 2,2 km.

Os daréis cuenta de que la ruta está muy bien señalizada. La primera parte del recorrido tiene bastante sombra porque pasamos por caminos con mucha vegetación y en la segunda ya encontraremos más roca.

Más allá de la visita a la cueva, esta excursión es muy recomendable por las magníficas vistas que tendremos del Desfiladero del Mu; una ruta que también vale mucho la pena porque pasaremos por pasarelas y por puentes de madera colgantes sobre el río Segre.

El último tramo del recorrido es el más complicado, ya que encontraremos sirgas y escaleras de hierro, al más puro estilo vía ferrata; y esto hace que no sea demasiado apta para niños demasiado pequeños.

Para volver, deshacemos el camino.