Un fin de semana con niños en Altafulla: visitamos un pueblo embrujado en el corazón de la Costa Daurada

Altafulla es uno de los destinos con más encanto de la Costa Daurada, con atractivos más que suficientes para irnos de escapada de fin de semana con niños. Descubriremos una villa encantadora, en el corazón de la Costa Daurada, con playas largas y tranquilas, de arena fina, de aguas poco profundas e ideales para ir en familia.

También nos cautivarán sus rincones naturales, la "Vila closa", que es como se llama su casco antiguo; su fachada marítima y sobre todo la mística que le rodea, como su relación con las brujas y el esoterismo; un puñado de razones que nos permitirán pasar un día en familia de lo más fascinante. 

Como cuenta la tradición, Altafulla t'embruixa (Altafulla te embruja) y son muchas las leyendas que se explican sobre las brujas de Altafulla. De hecho, algunas tradiciones vinculadas a las brujas aún se mantienen bien vivas. Levantad la cabeza y en algunos tejados de las casas más señoriales del pueblo descubriréis ollas que en época de brujas tenían su utilidad.

Disfrutaremos de su playa, y el color blanco de las casitas que tendremos en frente, en la calle de las tiendas del mar, otorgarán a la jornada un aire relajante absoluto.

Visitaremos la ermita de San Antonio; donde encontraremos un fantástico mirador del litoral altafullense y donde también podremos comer de picnic, y lo redondearemos dando un paseo por la Vila Closa, el casco antiguo de la población, donde podremos conocer su vínculo con la brujería. Apuntar el fin de semana de San Juan, ya que es la época en la que se celebra la Noche de las Brujas; una de las fiestas que no os podéis perder si váis con niños.

De Altafulla no podemos marcharnos tampoco sin pasear por su fachada marítima y sin acompañar al río Gaià hasta la desembocadura en un recorrido cortito, muy agradable y con llegada a los pies de un castillo. Dos rutas fantásticas para realizar con niños.

Empezamos el fin de semana con niños en Altafulla en la playa, justo en frente del núcleo marinero, donde disfrutaremos de su arena fina y dorada, de sus aguas poco profundas y, además, los padres y madres podremos tomar algo en uno de los muchos chiringuitos que encontraremos sobre la arena. Comeremos de picnic en la ermita de Sant Antoni y completaremos el día paseando por la Vila Closa.

Aunque siempre podemos repetir día de playa, en la segunda jornada en Altafulla, os sugerimos un paseo por la desembocadura del río Gaià hasta la playa de Tamarit, en el límite entre Tarragona y Altafulla. Otra opción para disfrutar del magnífico entorno natural de Altafulla, es que sigáis el camino de ronda hasta la playa de la Móra, donde, entre otros atractivos, podremos contemplar la majestuosidad del Castillo de Tamarit.